Para cualquier curioso, sus Heinkel He 111 J1 poco diferían, en su aspecto cromático exterior, del que lucían los aviones civiles de la compañia Iberia en esa época. Tan sólo sus matrículas militares, pintadas en la misma posición que debían ocupar las civiles, podían delatar su verdadera procedencia.
En realidad ninguna de estas extrañas curiosidades tenía por qué indicar que la Escuadrilla estuviera envuelta en otros menesteres. Pero sobre ella no dejaron de circular continuos rumores referentes a sus "ocupaciones" verdaderas, todas alejadas de la habitual recogida de datos meteorológicos, la misión para la cual debía su existencia.
Para empezar, estaba la cuestión de la apariencia plenamente civil que mostraban los Heinkel He-111 J1 a simple vista. Verdaderamente un inmejorable sistema de camuflaje, y magnífico disfraz para operar sin verse expuestos a ser inmediatamente atacados por alguno de los aviones aliados que merodeaban por las costas españolas, adentrándose a veces bastantes kilómetros en el interior.
Otro aspecto a tener en cuenta, era el personal que habitualmente formaban la dotación durante los servicios: Si bien el piloto era un Oficial del Ejército del Aire, el resto de la tripulación (mecánico, radio y meteorólogo) estaba compuesta por alemanes, procedentes de la Luftwaffe pero gozando oficialmente de un estatus civil. Algo, que por sí sólo, puede mostrar la estrecha relación existente entre esta peculiar Escuadrilla y la Luftwaffe.
En Barajas vemos al "Madrid" en 1941
COMIENZOS MUY MISTERIOSOS
De raro y sorpresivo, podría considerarse el momento en que por primera vez un Heinkel 111 mostraba su silueta sobre la Península.
Sucedió el 6 de febrero de 1936 cuando en el aeródromo sevillano de Tablada se esperaba la acostumbrada escala del rápido Heinkel He-70 "Rayo" cubriendo la línea TO-191 entre Alemania y Suramérica de la Lufthansa. En su lugar, hizo acto de presencia un estilizado bimotor que, tras alcanzar la vertical del campo, realizó como presentación un perfecto looping ante los sorprendidos testigos. Una vez tomó tierra y se dirigió hasta el estacionamiento, el estupefacto personal, pudo comprobar la identidad del inusual visitante: era el Heinkel He-111 V2, matriculado D-ALIX y bautizado con el nombre de "ROSTOCK", segundo prototipo de este luego famosisimo avión.
La visita, bien es cierto, no tenía por qué representar nada extraño. Podía tratarse de un mero vuelo de pruebas sin más. Pero es de igual modo revelador que los Heinkel He-70, con su notable velocidad, no redujeran sus actividades al transporte de correspondencia y, sistemáticamente, utilizaran la línea para efectuar vuelos de reconocimiento sobre Francia. Utilizar el Heinkel He-111 V2 entraba también en ese esquema; más si cabe cuando el "ROSTOCK", es muy probable, que formara parte de los efectivos de la Staffel z.b. beim R.L.M., junto al Heinkel He-111 V4 "DRESDEN" y dos He-111 C, escuadrilla dedicada a realizar vuelos de reconocimiento sobre territorio extranjero bajo la pantalla de vuelos civiles de transporte.
Heinkel He-111 J1 "BARCELONA"
UNA COMPAÑIA AEREA MUY CONVENIENTE COMO PANTALLA DE CAMUFLAJE.
Bien analizado, el Heinkel He-111 J, podía considerarse una versión abocada ha desempeñar "a medias" el cometido para el que fue estudiado. Concebido para operar bajo el tándem torpedero-bombardero, las unidades producidas acabaron por ser entregadas en 1939 dotadas con un sistema de lanzamiento de bombas convencional. La principal unidad receptora fue el Kü.Fl.Gr. 806; de igual modo, otros se dedicaron a la tarea de entrenadores para obtener la calificación en la clase C-2 de tripulaciones en detrimento del más moderno He-111 E, o como avión correo... y también estuvieron envueltos en otros menesteres, como a continuación vamos a ver.
A comienzos del año 1939, la compañía HISMA Ltda., que cubría una parte de las líneas civiles de la España Nacional con pilotos, personal y aviones Junkers Ju-52 procedentes de la Lufthansa; recibe tres ejemplares He-111 J1 para asegurar el enlace rápido entre España y Alemania. Pronto son bautizados con los nombres "Sevilla", "Madrid" y "Barcelona" al tiempo que se les adjudican matrículas civiles precededidas por la letra de nacionalidad M, de las que únicamente hemos podido conformar fotográficamente la M-CABR para el "Madrid".
Dotados de un excelente equipo de comunicaciones, con escasa capacidad para transportar pasajeros y desprovistos de todo tipo de armamento; realizan sus vuelos de ida y vuelta sobrevolando la poca amistosa Francia, cuyas zonas más "sensibles" sufren el disparo de las cámaras fotográficas con las que va dotado, sin verse molestados por sus cazas incapaces de interceptarlos en el hipotético caso de decidirse a ello.
Eran unos merodeadores más en los cielos europeos, recogiendo y proporcionando valiosa información de carácter estratégico.
El 25-101 "Madrid" en Barajas, con su mezcla de marcas civiles y militares.
EN EL SERVICIO METEOROLOGICO NACIONAL
Al finalizar la contienda civil en España y desaparecer HISMA, los He-111 J1 no fueron transferidos a la compañía IBERIA, tal como sucedió con sus Junkers Ju-52, si no que fueron "donados" al Servicio Meteorológico Nacional, organismo plenamente civil, aunque dependiente en aquellos años, del Ministerio del Aire.
Fueron entonces, cuando en lugar de continuar con sus matrículas civiles, las letras, dejaron paso a sendas numeraciones militares bajo el indicatico 25, propio de los He-111 B y E "Pedros". 25-100, 25-101 y 25-102 para los "Sevilla", "Madrid" y "Barcelona" respectivamente, aparecieron pintadas en un anacronismo, mientras conservaban el resto de las marcas civiles: capot de los motores en negro, bandera nacional en las puntas y ambas superficies de los planos; así como en el timón de dirección junto a un círculo negro con el yugo y las flechas falangistas, pintadas en rojo en el interior.
El Ministerio del Aire, asignó administrativamente los He-111 J1 a la Dirección General de Protección al Vuelo... o habría que decir ¿Wetterflugstelle Madrid?, tal como aparece en algunos documentos de la Luftwaffe conservados en el archivo Koblenz.
Si vital era mantener en activo las misiones de reconocimiento, no lo era menos, la recogida de datos atmosféricos batallando en el "Frente Meteorológico" con un constante rastreo del cielo. Una información, que las tres armas alemanas sabían apreciar en sobremanera; y más, cuando cometer el error de ignorarlo al detalle, podía significar conducir al desastre cualquier operación, batalla u ofensiva.
La mayoría de aviones destinados a las Oficinas de Vuelo o Escuadrones Meteorológicos que se preciasen, tenían capacidad para desempeñar ambos cometidos a la perfección.
Mientras realizaban sus vuelos de prospección tomando datos desde los 100 a 3000 metros de altitud, descendian cada hora a baja altitud y, volvían a elevarse hasta los 6000 ya de regreso; las cámaras fotográficas no dejaban de funcionar, imprimiendo sobre los negativos todo detalle que se cruzase en el sector.
Asentados en la zona militar del madrileño aeródromo de Barajas, los He-111 J de la llamada Escuadrilla de Sondeos Meteorológicos, servían de manera eficaz en este menester; y eran un perfecto complemento, a las estaciones de información meteorológica y comunicaciones alemanas instaladas en España, Algunas de las más significativas, eran la ubicada en las cercanías de Sevilla, en la población de Guillena; y la sita en el término municipal lucense de Castro de Rei, conocido como Punta Centro. En ellas exclusivamente técnicos de mantenimiento alemanes, atendian cuidadosamente de los radiofaros "CONSOL".
Tan inusitado trajín con el transfondo meteorológico, no estaba libre de sospecha para algún país, todavia indirectamente implicado en el conflicto.
HEINKEL He-111 H
Así, durante el mes de noviembre de 1941, el Agregado Militar estadounidense, hacía saber el interés del U.S.A.C.C. por el estado, métodos y medios utilizados por el Servicio Meteorológico Nacional en la predicción del tiempo. En verdad resultaba muy curiosa esta consulta sobre un tema, al parecer, sin mayor importancia ni trascendencia; salvo que se buscase con segundas intenciones, conocer algún otro tipo de información, que no fuera los normales sistemas de predicción atmosférica usados por el Servicio Meteorológico. ¿Tal vez, cierta conexión con las actividades alemanas en esta parcela?,
La ingenua instancia se vio contestada en un idioma propio del juego entre el gato y el ratón: Usted pregunte cuanto desee, que yo contestaré aquello considerado más conveniente. Si pretendían conocer los medios con que se contaba en sí, ahí estaban sin ningún engaño; pero claro, de procedimientos más sofisticados nada de nada y, en cuanto las relaciones con otros paises... por supuesto, con el vecino y hermano Portugal.
Otra faceta que puede vislumbrar la estrecha relación de la Escuadrilla como una unidad de la Luftwaffe, sucede cuando alguno de los He-111 J1 completa las horas de vuelo y tiene que pasar la imprescindible y reglamentaria revisión general.
El procedimiento obedecia al mismo esquema, tal como le sucedió al 25-102, cuando el 6 de junio de 1941 estuvo en tal situación. Despegando desde Barajas, el He-111 J1, ponía rumbo hacia territorio francés ocupado aterrizando en el aeródromo de Bordeaux-Merignac. Tras permanecer alrededor de quince días en la base, mientras se realizaban sobre él las obligadas tareas de mantenimiento, partía de nuevo hacia España ostentando insignias y emblemas de la Luftwaffe. Una vez sobre territorio peninsular se dirigía y tomaba tierra en la Base Aérea de Alcalá de Henares, en donde las marcas alemanas le eran borradas sin dejar rastro alguno y vueltas a pintar las españolas, regresando a su anterior aspecto.
NUEVO MATERIAL
Aumentada la necesidad y el interés de la Luftwaffe por estas misiones, el R.L.M., Reichsluffahrtministerium. o Ministerio del Aire del Reich, hacía entrega "desinteresada" el 29 de diciembre de 1943 de tres nuevos y modernos Heinkel He-111 H, que reciben las matrículas militares 25-103, 25-104 y 25-105. Equipados convenientemente se unierón al trío de veteranos He-111 J1 para realizar identicas tareas.
A lo largo de su vida con la Dirección General de Protección al Vuelo , lo He-111 prácticamente operaron sin incidentes de importancia; pero llegados al 7 de febrero de 1945, el 25-103, uno de los nuevos He-111 H sufriría un accidente en Barajas pilotado por Juan Angel Casteleiro Naveira, formando parte de la tripulación Hans Neumann (Radio), Ernest Slichowky (Mecánico) y Schiet (Meteorólogo). El avión quedó destrozado, pereciendo en el siniestro Hans Neumann, el radio, que fue enterrado en Madrid, suponiendo que ahora sus restos se encuentren en el cementerio de guerra alemán de Cuacos de Yuste.
Para cubrir esta baja, el 25 de junio de 1945, sería asignada la matrícula 25-106 al Heinkel He-111 H-11 con el Wr. N. 8092; uno de los pocos He-111 de la Luftwaffe que alcanzó territorio español sin sufrir daños en el curso del combate.
El 20 de mayo de 1943, ostentando el código 1H+CN del 5/KG 26, y con la tripulación integrada por el suboficial Erhard Gühne como piloto, Lothar Balte como observador, Kuhnert como radio y, por último Oscar Sindel, como mecánico; había logrado efectuar un aterrizaje de emergencia en el aeródromo de Son San Juan por falta de combustible, produciendose el preceptivo e inmediato internamiento. Tras permanecer un tiempo en el aeródromo mallorquín fue trasladado en vuelo a Salamanca, asentamiento de la Escuela de Vuelo sin Visibilidad, convirtiéndose en el primero de una serie de aviones internados que tomaron "nido" en Matacán.
Llegada a León del M-CABR "Madrid" procedente de Alemania.
Finalizada la II Guerra Mundial en el teatro europeo, el Ejército del Aire pareció reservar, todavía, idéntica misión a los He-111 meteorológicos, cuando por la normativa del 1 de diciembre de 1945 les otorgó el indicativo MB.2 (M=Meteorológico y B=Bombardero), al tiempo que recibían el número de unidad 92 (muy probablemente la designación de la unidad terminó siendo 92 Grupo de Instrucción y Reserva de Protección de Vuelo).
Todavía la unidad tuvo que volver a contemplar el accidente de uno de sus aviones, precisamente el del MB.2-106 (92-6) ex 25-106, último de los incorporados. Sucedió durante la fase de despegue en la Base Aérea de Manises, el 29 de abril de 1946, pilotado por el Capitán Manuel del Carre Pérez. Por lo visto no revistió graves consecuencias, pues el He-111 H-11 continuó su servicio con el Ejército del Aire.
Poco más duraría su actividad dedicados a esta curiosa e interesante faceta, que todavia promueve más de un enigma. Su destino final fue integrarse en la flota de He-111, de diferentes versiones, que todavía permanecían en el inventario del Ejército del Aire.
De sus derivas desaparecía el indicativo M, comenzando, para ellos, una nueva vida en misiones más "convencionales". El estudio de la atmósfera había concluido.
Juan Arráez Cerdá y José miguel Sales Lluch. Revista Española de Historia Militar nº 3. Mayo-Junio 2000.